No pude resistir la tentación al verla y tuve que salir al jardín a hacerle saber cómo me había puesto de cachondo. Esa mañana, mientras me disponía a tender la ropa de una lavadora, pude observar cómo mi vecina estaba dorando su precioso cuerpo al sol. Pero algo hizo que el asunto se fuera calentando más y más hasta llegar a un punto insostenible en el que empezó a desnudarse y a tocar sus enormes tetas. Ahí fue donde ya no pude aguantar más y tuve que bajar al jardín a hacerle saber lo cachondo que me estaba poniendo. La muy guarra no dudó en pedirme que le echara un poco de aceite corporal por todo su cuerpo para después agradecérmelo follándome como una perra en celo en su casa.
|
Category: tetas Etiquetas: bikinis, jovencitas follando, sexo interracial, tetas grandes, videos porno |